En un pequeño pueblo la quietud y lo cotidiano cambiará radicalmente para abrir el principio de una gran saga llena de aventuras. Hablamos de Campo de Emond, lugar natal de alguno de los protagonistas de esta increíble historia, donde verán perturbada la tranquilidad que los caracteriza por la llegada de unos grotescos personajes que les obligara a abandonar su pueblo para adentrarse en el descubrimiento de la verdad.
Descubrí la saga de La Rueda del tiempo, de Robert Jordan, hace a penas un par de meses, y por fortuna puse adquirirla con bastante rapidez. Este primer libro se centra en presentarnos los personajes que compondrán la narración así como en describir este nuevo y mágico mundo que oculta mucho más de lo que muestra. De este modo, nos encontramos con personajes típicos de la fantasía como magos, guerreros, trollocs, que recuerdan a los orcos de Tolkien, juglares, buhoneros y otros muchos que me quedará por descubrir, imagino.
Un grupo de jóvenes, que aún no sabemos a cuál de las categorías anteriormente citadas pertenecerán, forman una "compañía" junto con una Aes Sedai, un Guardián y un juglar, con el objetivo de descubrir por qué personajes oscuros han irrumpido en su pueblo y qué es lo que buscan.
Podemos intuir por varias pistas que he ido incluyendo, algunas bastante evidentes, que este primer tomo recuerda mucho a La compañía del anillo de Tolkien, yo al menos he contado innumerables guiños a este formidable libro. Hasta tal punto de incluso incluir a un personaje que se relaciona de forma especial con los animales, Elyas, que recuerda a Tom Bombadil, u otro que se llama Perrin, que en mi opinión podría ser una clara mezcla entre Pippin y Merry. Además el libro termina con un par de escenas que creo que también os recordará a alguna escena de La comunidad del anillo, protagonizada por un río. No os desmigajo más la historia por no caer en espoliers, pero veréis que casi todo tiene este eco tolkiano.
A pesar de estas largas alusiones al Señor de los anillos, el libro no es por ello menos sublime, y es complicado, porque supongo que algún ferviente fan de la trilogía del anillo tomará todo lo citado anteriormente como sacrílego, yo misma pensé esto al principio. El escritor consigue hacerte partícipe de la aventura, alternando descripción, acción y diálogos de una forma espectacular por lo que uno se puede sumergir en la narración imaginando a la perfección el universo creado sin miedo a aburrirse, pues no falta la acción continuada. Esto hace que llegado a un punto ya no nos importe que siga la misma estructura pues está bien hecho, trabajado y tiene maestría.
Esto no es más que la punta del iceberg, pues la saga se compone de 14 volúmenes, así que habrá donde leer para los que nos gusta este tipo de aventuras. El próximo se llama La llaga, aún no lo he empezado porque octubre es mes de escritoras, pero espero hacerlo pronto y traeros la siguiente reseña a este respecto.
Sin más, a seguir leyendo, escribiendo, disfrutando y sobre todo imaginando, que justo ahora me estoy leyendo también la Gramática de la fantasía de Gianni Rodari y me ha hecho caer que sobre todo se trata de IMAGINAR.
Os dejo un pequeño fragmento:
De súbito, el olor a muerte se adueñó del entorno. Una figura se proyectaba sobre él, cubierta de una capa del color de la sangre coagulada, una figura cuyo rostro... No quería ver la cara que se inclinaba hacia él. No quería pensar en aquella cara.
¡Feliz lectura!
Le doy 4/5 plumitas 🖋🖋🖋🖋
Chris T. Nash
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